Un grupo de profesionales y estudiantes de la salud partió desde la ciudad de Holguín hacia los municipios de Cacocum y Urbano Noris, los más afectados por el huracán Melissa en la provincia.
El operativo, caracterizado por la solidaridad y un profundo sentido humanitario, tuvo como objetivo llevar una atención integral a las comunidades vulnerables, prevenir brotes de enfermedades y apoyar la recuperación emocional de los damnificados.
La intervención, organizada por la Dirección Provincial de Salud, se adentró más allá de las cabeceras municipales, llegando a localidades de difícil acceso como Cristino Naranjo y Cauto 3, donde los daños del meteoro fueron severos. En consultorios médicos de la familia y puntos temporales de atención, se desplegaron servicios en más de 20 especialidades.
El Dr. Julio Yamel Verdecia Reyes, director provincial de Salud en Holguín, explicó la estrategia: «Son intervenciones sanitarias que agrupan a expertos, pero con un vínculo esencial de nuestra Universidad de Ciencias Médicas y nuestros jóvenes. Las jornadas incluyen tareas de promoción y prevención, cruciales para que la población sepa cómo cuidarse y evitar enfermedades en esta fase».
El equipo del Ministerio de Salud Pública (Minsap) fue multidisciplinario. El Dr. Julio Guerra Izquierdo, director de Registro Médico y Estadísticas, detalló: «Somos un equipo mixto integrado por epidemiólogos, especialistas en asistencia médica y un componente clave de Salud Mental. Nos hemos enfocado en visitar centros de evacuación y viviendas para ayudar en la recuperación psicoemocional de los más afectados».
Uno de los ejes centrales fue el apoyo psicosocial. Especialistas en Salud Mental dialogaron con los pobladores para evaluar su bienestar emocional. Con los niños, se crearon espacios de expresión a través del juego y el dibujo, acciones que ayudaron a liberar tensiones y devolvieron sonrisas a los más pequeños.
De manera paralela, se intensificaron las acciones de vigilancia epidemiológica. Estudiantes de Medicina y personal especializado realizaron pesquisas activas para la detección temprana de enfermedades y labores de control vectorial para prevenir arbovirosis, y brindaron consulta y seguimiento a pacientes con enfermedades crónicas.
La solidaridad también se hizo tangible con la llegada de recursos médicos donados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los cuales fueron integrados de inmediato a la campaña de asistencia, reforzando la capacidad de respuesta en las zonas críticas.
Con un balance de más de ocho mil personas atendidas, este operativo sanitario reafirma la capacidad de movilización y la vocación solidaria del sistema de salud cubano.
Frente a la adversidad, Holguín tendió un puente de esperanza, demostrando una vez más que la salud, más que un servicio, es un gesto de humanidad que llega a tiempo donde más se necesita.
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*Colaboración especial de María Karla Casaus
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