Este es nuestro primer encuentro del 2020, quiero comenzarlo deseándote toda suerte de bienestar, éxitos y felicidades. Suele suceder que al terminar un año y comenzar otro hacemos balance de lo alcanzado, asimismo nos planteamos nuevas metas y propósitos. Puede suceder que muchos de los objetivos que nos trazamos para el año concluido no se hayan logrado. ¿Qué sucedió? ¿No eran realistas esos objetivos?¿Se planificaron mal?¿Faltó voluntad o motivación? Este asunto merece un poco de reflexión.
Plantearte nuevas perspectivas en diferentes esferas, crear planes para tu crecimiento personal, idear proyectos para el bienestar personal y familiar, dar un punto de giro en las relaciones sentimentales y afectivas para que estas sean más sanas, humanas y de compromiso, superarte en tu trabajo, ser mejor persona, dejar una adicción, comenzar a hacer ejercicios físicos, romper un lazo por ser tóxico y construir otros nuevos que te interesen… Todo ello puede servir para reajustar tus velas y mejorar tu vida.
El año nuevo puede ser ese punto de partida que tanto necesitas para vivir un cambio sustancial, verdadero, visceral, una auténtica transformación en tu existencia. Pero para que las cosas funcionen y los propósitos se conviertan en puntos alcanzables deberás proyectarlos con consciencia plena y con los pies muy bien puestos sobre la tierra.
En un artículo publicado en el sitio web Psicología y Mente por el español Rubén Camacho* este nos comenta: “En los últimos 10 años he acompañado como psicólogo y coach a personas de hasta 8 países en sus procesos de cambio, y he observado que existen preguntas que las personas ya conocen”.
• ¿Qué quieres conseguir? (objetivo o propósito).
• ¿Qué vas a hacer diferente? (serie de acciones que te acerquen a ese propósito).
• ¿Cómo vas a hacerlo?
• ¿Dónde, cuándo, con quién?
Para Camacho estas preguntas pueden ayudarte a conseguir objetivos en relación a pequeños logros de salud o trabajo, pero no implican una auténtica transformación en tu vida. En muchas ocasiones el hecho de que no vivencies un verdadero cambio personal te impide conseguirlos. En tal sentido él considera que hay tres preguntas muy importantes que no nos hacemos. Son las siguientes.
1. ¿Para qué quiero realmente conseguir este objetivo o propósito?
Esta pregunta te ayuda a conocerte mejor, a profundizar en ti, y también a descubrir si tu propósito es realmente tuyo o está influenciado por tus miedos o por la sociedad. ¿Qué es lo que realmente quieres conseguir? ¿Para qué? ¿Hasta qué punto transformaría tu vida? Ese deseo, ¿hasta qué punto viene de tu miedo o implica un cambio real?
2. ¿Hasta qué punto ese propósito depende totalmente de mí?
Muchas de nuestras mayores frustraciones están relacionadas con objetivos o propósitos donde los demás están incluidos. Este es precisamente uno de los mayores aprendizajes de nuestra vida: no podemos controlar a los demás ni al mundo, ellos no son responsables de nuestro bienestar, nuestro pasado o situación. Debes enfocarte en un propósito que sea un cambio, y que ese cambio dependa realmente de ti para poder trabajar en ello.
3. ¿Qué parte de mí tiene que cambiar para conseguir este objetivo o propósito?
Aquí llega la clave. Si tanto deseo o ilusión tienes con ese propósito, ¿por qué no lo has conseguido hasta ahora? Porque algo en ti tiene que cambiar (ya sea el control de tus emociones, tu autoconfianza, tu comunicación, tus relaciones, tu toma de decisiones, tu manera de afrontar los conflictos, etc.). Por lo tanto, ese propósito es justamente lo que debe llevarte a ese cambio personal.
También hacen falta motivación y perseverancia. La motivación es uno de los procesos fundamentales en el desarrollo del ser humano. Ella nos guía hacia objetivos específicos y nos ayuda a conseguir lo que nos proponemos.
Para terminar este primer encuentro del año 2020 entre El Psiquiatra y Tú quiero dejarte de regalo estas diez frases de motivación personal. Espero que te gusten y que te sean de utilidad para la reflexión, la inspiración, el enriquecimiento espiritual y el crecimiento personal.
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto? (Facundo Cabral)
A veces te levantas de la cama y piensas: “No voy a soportarlo”, pero te reís para tus adentros recodando todas las veces que te has sentido así. (Charles Bukowski)
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes. (Khalil Gibran)
No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos. (Orison Swett Marden)
A veces es bueno hacer una pausa en nuestra búsqueda de la felicidad y simplemente ser feliz. (Guillaume Apollinaire)
Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza. (Bern Williams)
Para lograr tener éxito, tu deseo de éxito debe ser mayor que tu miedo al fracaso. (Bill Cosby)
Se llama calma, y me costó muchas tormentas obtenerla. (Elena Poe)
Cada santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro. (Oscar Wilde)
La incertidumbre es la única certeza que hay, y saber cómo vivir con la inseguridad es la única seguridad. (John Allen Paulos)
Rubén Camacho es psicólogo, coach y director de Empoderamiento Humano. Licenciado en Psicología (UNED) y Máster en Coaching y Gestión del Talento (EUDE, asociado a la Universidad Complutense de Madrid).
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